martes, 4 de febrero de 2014

Curso de invierno Montesur


Me inscribí como voluntaria para ser monitora de un curso en el club Montesur dirigido para los hijos de los trabajadores de aquel lugar, la duración fue de dos semanas y el horario era de Lunes a Viernes de 7am a 3pm. El objetivo de realizar ésta actividad fue trabajar en colaboración para otras personas y proponer y planificar actividades.




El curso consistió básicamente en la realización de actividades recreativas dentro y fuera del club, con niños desde 4 años hasta 12 años. Durante el curso realizamos actividades como natación, juegos recreativos, pintura, y fútbol. Así mismo, como parte del programa, visitamos lugares como la Hacienda Panohaya, la mujer dormida y el parque de atracciones Six Flags. Mi trabajo fue hacerme cargo de los niños de 4 a 6 años de edad y cuidarlos durante todas las actividades.



En lo personal, creo que pasé uno de los mejores meses de mi vida, debido a que me divertí mucho y aprendí muchísimas cosas de niños muy pequeños. Al principio me costó mucho trabajo tenerles paciencia, ya que son muy inquietos y siempre tienen mucha energía, pero una vez me acostumbré lo disfruté mucho y conviví al máximo con los niños.



Mis actividades favoritas fueron las visitas a la Hacienda Panohaya y a la mujer dormida, ya que creo que fueron bastante divertidas y nos unieron a todos como un equipo. Experimenté numerosas aventuras con los niños durante esas excursiones, incluso aunque nos vimos limitados a ciertas actividades debido a la edad de los niños. En la hacienda me encantó la convivencia y el acercamiento que los niños tuvieron con los animales, ya que creo que es un proceso de sensibilización.



Durante todo el curso tuve que apegarme a ciertas normas y horarios del club, pero creo que no me costó mucho trabajo ya que disfrutaba mucho el tiempo que pasaba como monitora. No me considero una persona que se toma mucho tiempo o se acuerda de tomar fotos durante las actividades ya que incluso muchas veces olvido que traigo el celular, y en especial al estar al cuidado y tener una responsabilidad como niños pequeños no tuve la oportunidad de tomar muchas fotos de éstos momentos, por lo que únicamente cuento con fotos de los niños con los que más conviví y con los que más me acerqué y algunas que otros monitores me tomaron durante las actividades.



Finalmente, me parece que fue una gran experiencia y me gustaría volver a ser voluntaria el próximo año. Descubrí que me encanta convivir con niños pequeños, ya que hay muchísimas cosas que podemos aprender de ellos, como su honestidad, sus ganas de vivir y su forma de ver y disfrutar la vida. Me divertí como pocas veces lo he hecho en la vida y hubieron niños que no voy a olvidar y espero volver a ver.