Me
inscribí como voluntaria para ser monitora de un curso en el club Montesur
dirigido para los hijos de los trabajadores de aquel lugar, la duración fue de dos
semanas y el horario era de Lunes a Viernes de 7am a 3pm. El objetivo de
realizar ésta actividad fue trabajar en colaboración para otras personas y
proponer y planificar actividades.
El
curso consistió básicamente en la realización de actividades recreativas dentro
y fuera del club, con niños desde 4 años hasta 12 años. Durante el curso
realizamos actividades como natación, juegos recreativos, pintura, y fútbol.
Así mismo, como parte del programa, visitamos lugares como la Hacienda
Panohaya, la mujer dormida y el parque de atracciones Six Flags. Mi trabajo fue
hacerme cargo de los niños de 4 a 6 años de edad y cuidarlos durante todas las
actividades.
En
lo personal, creo que pasé uno de los mejores meses de mi vida, debido a que me
divertí mucho y aprendí muchísimas cosas de niños muy pequeños. Al principio me
costó mucho trabajo tenerles paciencia, ya que son muy inquietos y siempre
tienen mucha energía, pero una vez me acostumbré lo disfruté mucho y conviví al
máximo con los niños.
Mis
actividades favoritas fueron las visitas a la Hacienda Panohaya y a la mujer
dormida, ya que creo que fueron bastante divertidas y nos unieron a todos como
un equipo. Experimenté numerosas aventuras con los niños durante esas
excursiones, incluso aunque nos vimos limitados a ciertas actividades debido a
la edad de los niños. En la hacienda me encantó la convivencia y el
acercamiento que los niños tuvieron con los animales, ya que creo que es un
proceso de sensibilización.
Durante
todo el curso tuve que apegarme a ciertas normas y horarios del club, pero creo
que no me costó mucho trabajo ya que disfrutaba mucho el tiempo que pasaba como
monitora. No me considero una persona que se toma mucho tiempo o se acuerda de
tomar fotos durante las actividades ya que incluso muchas veces olvido que
traigo el celular, y en especial al estar al cuidado y tener una
responsabilidad como niños pequeños no tuve la oportunidad de tomar muchas
fotos de éstos momentos, por lo que únicamente cuento con fotos de los niños
con los que más conviví y con los que más me acerqué y algunas que otros
monitores me tomaron durante las actividades.
Finalmente,
me parece que fue una gran experiencia y me gustaría volver a ser voluntaria el
próximo año. Descubrí que me encanta convivir con niños pequeños, ya que hay
muchísimas cosas que podemos aprender de ellos, como su honestidad, sus ganas
de vivir y su forma de ver y disfrutar la vida. Me divertí como pocas veces lo
he hecho en la vida y hubieron niños que no voy a olvidar y espero volver a
ver.